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¿Cansado? entonces necesitas enfocarte más en Dios

  • Foto del escritor: Karl Chupayo Salvatierra
    Karl Chupayo Salvatierra
  • 23 feb 2021
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 1 sept 2022


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"Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él". (Marcos 6:33)


Jesús y los discípulos, al desembarcar al otro lado, con la intención de descansar, se toparon con una gran multitud: ¡Eran 5000 personas! sin contar mujeres ni niños; había mucha gente y con mucha necesidad. Esto debió haber sido muy frustrante para los apóstoles, ya que estaban muy cansados. Sin embargo, la agenda ministerial de Dios, a veces, no coincide con la nuestra. Tenemos que adaptarnos a la de Él.


Anécdota:


Un Pastor estaba terminando la construcción de la iglesia y, al mismo tiempo, estaba terminando la construcción de su casa y a esto sumarle el trabajo de evangelismo a tiempo completo. Tuvo un tiempo muy agotador. Así que, en coordinación con su familia, fijaron una fecha para salir de vacaciones. Días antes de llegar la fecha tan esperada, el 22 de septiembre de 1998, el Huracán George azotó la región. Obviamente, ya no hubo vacaciones. En vez de ello, el Pastor dispuso rápidamente un equipo de trabajo para asociarse con las iglesias del lugar y poder dar albergue a los damnificados. “Nunca en mi vida había llegado a visitar tantas iglesias y, al mismo tiempo, evangelizado a tantas personas”, dijo.


Los apóstoles estaban muy cansados. Por primera vez estaban llevando a cabo solos una campaña ministerial. Por ello, Jesús les ordenó apartarse para poder descansar, pero Jesús quería darles otro tipo de descanso.


Estimado lector, hay situaciones, provistas por Dios, donde no tenemos tiempo para descansar y es cuando Él más engrandece su gracia. Animándonos a llegar más allá de nuestras fuerzas. Nuestro Señor tiene el Poder y la capacidad de multiplicar las fuerzas al que no tiene ninguna. (Ver Isaías 40 29-31)


El cansancio del alma no proviene de las circunstancias difíciles. El cansancio del alma proviene del hecho de perder de vista la gracia, la bondad, la compasión, la sabiduría, la misericordia de nuestro Señor Jesucristo cuando estamos en medio del problema.

 
 
 

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