Para una gran necesidad, una enorme compasión
- Karl Chupayo Salvatierra
- 26 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 sept 2022

"Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas".(Marcos 6:34)
Jesús estaba agotado; sin embargo, cuando vio a la multitud, los recibió con los brazos abiertos porque tuvo compasión, porque los veía como ovejas sin Pastor. Jesús estaba viendo más allá: Jesús vio sus almas cansadas, sus problemas, sus conciencias culpables, sus desgracias. Jesús tuvo compasión de ellos.
Nuestro Señor Jesucristo no es un Salvador frío y distante, Él realmente se compadece de las personas que lo necesitan. Las ovejas son animales muy dependientes. Dios las hizo así. Sin el cuidado del Pastor se extravían con facilidad. Las ovejas no pueden proveerse a sí mismas. Son animales de muy poca visión.
Los líderes religiosos no estaban haciendo su labor, no estaban haciendo lo que debían hacer. En vez de alimentar al pueblo con la gracia y la palabra de Dios, lo único que les proveían era un legalismo que no podía sanar sus conciencias culpables. Sólo sabían dar reglas, sólo sabían imponer yugos.
Su mayor necesidad no era lo que se veía a simple vista. Esta gente necesitaba la palabra de Dios. Cristo derramó su compasión sobre toda la gente enseñándoles muchas cosas.
Estimado lector, una de las maneras principales en la que vuestro Pastor le muestra amor y cuidado es enseñándole la palabra con integridad. Es pasando horas y horas cada semana estudiando la palabra, escudriñando la palabra, orando al Señor para luego subir al púlpito y predicarle la palabra de Dios. El llamamiento primario de nuestro Señor es que el Pastor le enseñe la palabra de Dios.
Mateo 24:45
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
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