¿Puede lo débil avergonzar a lo fuerte?
- Karl Chupayo Salvatierra
- 11 nov 2020
- 1 Min. de lectura
Estudio: Jesús de Nazareth (Marcos 6:1-6)

"¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él". (Marcos 6:3)
Las personas al escuchar el sermón de Jesús se admiraban, pero al mismo tiempo se escandalizaban. Podrían en algún momento pensar que Dios estaba obrando en Él, pero al mismo tiempo se conformaban a la interpretación de los Escribas: "Que Él actuaba por medio de Belzebú".
El hombre se agarra de cualquier cosa (a un clavo caliente si es posible) para rechazar a Dios.
Rechazaban la idea de que Jesús fuera hijo de Dios.
Decían: Cómo va a venir el Mesías de una familia como la de Jesús: De aquí de Nazareth y de personas tan sencillas, incluso más sencillas que nosotros.
Nazareth era despreciado por los judíos del sur; y Jesús estableció su lugar de residencia allí, en un pueblo insignificante para el mundo. (2 Corintios 8:9)
Lo despreciaban.
Sin embargo, ahora nosotros sabemos que Dios siempre escoge medios débiles para demostrar su poder.
"Sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte;28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es", (1 Corinitios 1:27-28).
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